Entrar en conflicto con las personas que más amamos es un efecto colateral de un amor indisciplinado, un amor ciego que en algún momento soltó la mano de la razón y ahora imagina espinas donde hay caricias, perdido en el laberinto del lenguaje, esto es lo que pasa al no poder estar dentro de la otra persona y entender como se siente o que piensa de la situación que compartis, sean progenitores e hijos, hermanos y hermanas o cualquier otro lazo familiar, sea como sea, el nuestro sera un lugar imparcial donde comenzar con pequeñas treguas hasta fraguar una sana relación y libertad de amar